Ámbito de trabajo: la participación

Participación integral

La participacion de las personas trabajadoras es entendida como un proceso integral, donde gradualmente se va avanzando desde la participacion en la gestion de la organizacion hacia niveles superiores como son la participacion en los resultados y la participacion en la propiedad (Garcia, 2006). 

La participación en la gestión de la organización y la toma de decisiones implica la participación en la generación del proyecto empresarial, en la toma de decisiones, en las tareas relacionadas con su control y en las actividades llevadas a cabo por la empresa (Baniandres & Larrinaga, 2013)

Según Eurofound (2013) la participación en gestión implica participar en tres ámbitos organizacionales: en el puesto de trabajo, en las decisiones operativas y en las decisiones estratégicas.

  • Participación en la toma de decisiones en el puesto de trabajo: supone que la persona trabajadora tenga autonomía para organizar su trabajo diario, priorizar sus tareas, tomar decisiones que incumben a su puesto de trabajo.
  • Participación en la organización del trabajo: supone que las personas participen en su departamento, área, negocio o la unidad organizativa correspondiente. Que participen en la definición de los objetivos, en las estrategias, en la organización del trabajo, en la calendarización del trabajo, en la definición de las necesidades de formación, etc.
  • Participación en la toma de decisiones estratégicas de la empresa /en los órganos de decisión: supone tomar parte en las decisiones más importantes de la empresa: inversiones, deslocalizaciones, despidos y contrataciones masivas, planes estratégicos, etc. Se puede dar tanto con la participación de las personas trabajadoras en los órganos de decisión de la empresa (consejo de administración o similar) o sin ella.

La participación de las personas trabajadoras en los resultados: el ejercicio de la participación en la gestión debe llevar asociado un reconocimiento, que se concreta en la participación en lo logrado, a través del salario, de la participación en beneficios u otra variante económica (Baniandrés y Larrinaga, 2013). 

La participación en resultados cobra sentido y eficacia en la medida que está acompañada de otros cambios en la gestión del día a día de la organización; cambios que tienen que ver con la generación de una gestión totalmente transparente, que haga partícipes a las personas de los retos de la organización y se genera un clima de confianza. La participación en resultados es un reconocimiento de que los beneficios logrados son resultado del esfuerzo de todas las personas y su reparto (en un % determinado) da coherencia al nuevo “ecosistema de gestión”.

La participación de las personas trabajadoras en la propiedad: esta forma de participación considera la relación de las personas con la propiedad de la organización, ya sea como accionistas o como socias/os cooperativistas y las personas que participan en la propiedad cuentan con derechos y obligaciones que tienen las personas copropietarias, relacionados éstos con la gobernanza, gestión y la distribución de resultados de la organización (Bernstein, 1980; Dahl, 1985; Ellerman, 1992; Kruse, 2002; Mason, 1982; Pateman, 1995; Pérez de Mendiguren, Etxezarreta, & Guridi, 2009). 

La participación en la propiedad no está sujeta a una personalidad jurídica concreta. 

La sociedad está reclamando que las personas tengan mayor protagonismo en las organizaciones, que sean ellas las que decidan el futuro de la misma. La transformación puede ser una herramienta que puede generar cambio, ofrece una oportunidad a las personas de gestionar su organización, de organizarla de manera democrática y, sobre todo, da la opción a las personas trabajadoras de ser protagonistas, de que su opinión se tome en cuenta en las decisiones (Legarra, Arando & Gago., 2013).